Decidido por unanimidad en la reunión de la asamblea de la HCH el 13 del mayo del 2004
HCH como una organización que se siente obligada a objetivos
humanitarios, la paz y la convivencia pacífica de los hombres y de los
pueblos en dignidad, independencia e igualdad condena categóricamente
las acciones brutales del terrorismo internacional. No obstante la HCH
no considera la solución de este y de otros problemas de nuestro planeta
en violencia y guerras, sino en los esfuerzos honestos para correcciones
pacíficas de desarrollos defectuosos, de la injusticia y de condiciones
de vida muy asimétricas e indignas en países de diferente “desarrollo”.
En esto corresponde sobre todo a los estados ricos del norte recapacitar
su política y cambiarla.
Como organización humanitaria con el
foco dirigido a Cuba, durante los 8 años de nuestras actividades hemos
llegado a conocer y estimar muchas facetas de la realidad cubana, en
primer lugar el proyecto social ejemplar (sobre todo sanidad, educación,
cultura y ciencia) y las numerosas acciones de ayuda humanitaria a nivel
mundial del pequeño estado caribeño, superando considerablemente las
prestaciones humanitarios de los países industriales, relativo a ellos.
En estos días el gobierno de EE.UU trata a través del aumento
del bloqueo ilegal y ya condenado por la ONU en varias ocasiones,
estrangular a Cuba completamente, queriendo quitarla la base económica a
la isla. El gobierno de Bush no toma en consideración ni el derecho
internacional ni la población cubana. Amenazan hambre y
desabastecimiento con consecuencias inevitables también para la
asistencia médica del pueblo cubano.
HCH condena con agudeza
este nuevo e irresponsable acto de agresión de los EE.UU contra Cuba y
requiere a la República Federal de Alemania, a la Unión Europea y a
todos los otros estados y organizaciones que respetan el derecho
internacional unirse a esta protesta y pensar en medidas adecuadas.
Exigimos un final del unilateralismo desenfrenado como lo representa la
única potencia mundial al espanto y a la desventaja de muchos. La única
decisión respecto a cuestiones vitales de la comunidad de los pueblos
debe ser devuelta a las Naciones Unidas. Debemos encontrar nuevamente a
nivel mundial el camino hacía una situación de seguridad jurídica por la
atención de contratos internacionales, los derechos humanos y el derecho
internacional, la base de una coexistencia pacífica sobre este, nuestro
único planeta.
Bochum, 13 del mayo del 2004
Dr. Klaus Piel
Director